El SAT celebra asamblea de trabajadores de la enseñanza no universitaria.

La propuesta del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) de conformar una rama para la educación no universitaria -ya la hay para la universitaria- es tentadora y, si finalmente cuaja, es posible que contemos con un sindicato verdaderamente combativo en el ámbito de la enseñanza en Andalucía. Auguro que será minoritario, no obstante, teniendo en cuenta el carácter conservador del profesorado que, en el mejor de los casos, se estira hasta lo “progre” y poco más. Puede ser, en cualquier caso, el embrión que aglutine a los miembros más concienciados del colectivo y que, además de defender los derechos de los trabajadores, realice la tarea de formación ideológica y agitación que ningún otro sindicato parece dispuesto a hacer de forma coherente y consistente.

Dos pegas le veo, no obstante, como es su mención en el comunicado a la enseñanza privada y concertada. Sin negar la necesidad de los trabajadores/as de la enseñanza concertada a sindicarse para defender sus derechos, la educación pública y concertada entran en conflicto, según me parece a mí, a raíz de los recursos públicos destinados a esta última que, lógicamente, dejan de ir a la verdaderamente pública, la de todos/as. Ahí hay un conflicto difícil de resolver, al menos desde mi perspectiva, que considero que al menos los fondos públicos deben ir única y exclusivamente a la enseñanza pública. La defensa de ambos sectores conlleva casi seguro un menoscabo para la educación pública según me parece a mí.

Segunda pega: la alusión al “mercadeo de las oposiciones” parece denotar una defensa de las mismas -en la línea de IU, por cierto y lamentablemente. Las oposiciones, tal cual existen ahora, no son defendibles y, por regla general, constituyen un sistema de acceso a la docencia que perjudica a los trabajadores en precario, los interinos. No creo que desde un sindicato con posiciones de izquierda puedan defenderse tal cual están diseñadas y se desarrollan en la práctica, por la sencilla razón de que contribuyen a precarizar aún más a los trabajadores, los presentes y los futuros.